Hablemos de Bitcoin
Me he tomado mucho tiempo (quizás más del necesario) para poder escribir este post hoy. Y es que hoy hablo de Bitcoin, un tema que me ha tenido fascinado en los últimos años y del que decidí informarme bien antes de hablar a otros.
Comencemos.
Imaginemos que es 1990. Aún existe la Unión Soviética, la tele se maneja girando una perilla, usted sólo ha visto computadores en las películas y en los programas de ciencias de la televisión (cuando a la televisión aún le parecía interesante poner programas de ciencias en su programación... aah, qué tiempos aquellos...) y toda su comunicación escrita con el mundo exterior la tiene -obviamente- a través de cartas de papel, que el cartero deja en su buzón gracias al confiable y bien consolidado sistema postal, como ha sido, es y será por siempre y para siempre.
Imagínese ahora que en ese contexto, usted y yo estamos conversando y yo le digo: ¿has escuchado hablar del correo electrónico? Probablemente usted me mirará como si yo estuviese echando humo azul por las orejas y yo le tendré que explicar que el correo electrónico o e-mail es un sistema de correspondencia virtual, donde puedes enviar y recibir correos a cualquier parte del mundo de la misma forma que el correo de papel, con la diferencia de que ya no hay que pagar estampillas ni esperar a que la carta llegue y vuelva físicamente. Ni siquiera hay que ir a dejar la carta a un lugar específico, como el buzón.
En ese punto, vendrá el bombardeo de preguntas:
- ¿y cómo se va a financiar el sistema de correo electrónico si es gratis?
- ¿el proveedor del servicio podrá leer mis mensajes?
- ¿y de qué me va a servir eso si casi nadie tiene acceso a los computadores?
- ¿no es más fácil usar la dirección de la casa que una dirección virtual, ya que todos tenemos una dirección domiciliaria sin necesidad de inscribirnos en ninguna parte?
- ¿cómo sé yo que no se estarán robando mis mensajes y mi información?
Y la previsible respuesta: "gracias, pero no, estoy bien así".
Seamos sinceros: una idea como el correo electrónico en 1990 sonaba como una tontería/locura futurista imposible de practicar, una que sólo podría haber salido de la mente de un ocioso. Imagínense, cuestionar un sistema probado y consolidado como el sistema postal ofreciendo a cambio un sistema de envío gratis de mensajes a cualquier parte del mundo mediante computadoras. Raro, por lo bajo. Definitivamente impracticable.
Y sin embargo hoy, 27 años después, a nadie le interesa saber tu dirección postal para mandarte mensajes, nadie pone en su currículum dónde vive con la esperanza de que le contesten un carta y absolutamente nadie tiene en sus planes de la semana pasar por el correo a dejar unos sobres para invitar a un amigo a un asado a fin de mes. Todo eso ahora está reemplazado por el uso del correo electrónico, una tecnología que en 1990 sonaba increíblemente utópica, pero que hoy es imprescindible.
Antes de seguir, sólo quiero que tengan en cuenta un detalle: hoy en día, las personas aun cuando tienen sólo conocimientos mínimos para operar una cuenta de correo electrónico, ya no se preguntan nada de lo que coloqué antes. Sólo lo usan y ya. Volveré sobre ese punto más adelante.
Bueno, hoy estamos en el 1990 del dinero. Usted trabaja y, a cambio, le dan una cantidad de riqueza, a través del dinero emitido por el Estado en papeles de colores denominados "billetes". Este dinero ud. lo guarda en instituciones llamadas "Bancos", donde cada cliente lo tiene en una cuenta... tras aprobar una serie de requisitos (que no todos cumplen. Hoy Chile tiene uno de los más bajos porcentajes de gente con cuenta en alguna institución financiera). Ahí, estos "bancos" registran todos y cada uno de los movimientos de su dinero, cobrando pequeñas comisiones cada vez que ud. lo hace.
Entonces viene alguien como yo y le pregunta: ¿has escuchado hablar del Bitcoin?. Y nuevamente, probablemente usted me mirará como si estuviese echando humo azul por las orejas y yo le tendré que decir que es un sistema que permite recibir y entregar dinero, pero que se puede enviar "persona-a-persona", sin necesidad de usar bancos e intermediarios, de forma gratuita y a cualquier lugar del planeta (¡las mismas características del correo electrónico, pero ahora aplicadas al dinero!).
Vendrá entonces el bombardeo nuevamente. Pero antes de iniciar, quiero que hablemos un minuto sobre el sistema económico con base en este "dinero generado por el Estado" que conocemos hoy:
Este sistema de riqueza a través de dinero emitido por el Estado (que es el que usamos hoy en día todos nosotros) está MAL. Y está mal porque genera (entre otros) los siguientes problemas:
1.- Este dinero NO TIENE BASE REAL. Tal como lo leyó. Su dinero no tiene realmente ningún valor real. El dinero del Estado es tan pero tan frágil que ni siquiera tiene un respaldo en algún metal como el oro o la plata. Este dinero sólo tiene respaldo en la creencia de la población de que tiene valor. Es simplemente ridículo. Lo único que evita que su dinero no valga nada es que su vecino crea que vale algo, nada más, por eso se le llama dinero fiduciario.
2.- El poder de la deuda: este sistema de dinero estatal necesita deuda para existir. Y la idea es que la deuda la pague usted. ¿Por qué el sistema financiero basado en el dinero estatal necesita que me endeude?. Sencillo, porque en este sistema, cada billete que usted ve por ahí no es más que un certificado de deuda emitido por el Estado, que garantiza (como sólo un grupo de políticos puede garantizar...) a cualquiera que lo posea que respaldará esa cantidad. La deuda, además, genera interés, y el interés es lo que sostiene el andamiaje de la economía. En resumen: el sistema de dinero estatal requiere que usted se endeude, y créame que hará todo lo posible para que eso suceda y para que no pueda salir de ahí nunca más.
3.- El daño a los derechos ciudadanos: con el sistema económico actual, el dinero se administra a través de los Bancos y sus empresas aliadas (las empresas que gestionan cajeros automáticos, empresas de administración de pago con tarjetas, etc.). Eso no está mal. Lo que está MUY MAL es que esas instituciones no sólo crean gigantescas bases de datos con toda esa información, sino que, como no está prohibido, esas bases de datos se compran y se venden a quien quiera (y pueda) pagar por ellas. Y si cree que me estoy volviendo paranoico, échele antes una mirada a este enlace primero. En serio, su derecho a la privacidad hoy vale cero.
En resumen: ud. usa hoy en día un sistema financiero con preocupantes fallas éticas y de seguridad y que no lo ve precisamente como un amigo, sino más bien como el coyote veía al correcaminos. Esto NO es su culpa, usted no diseñó el sistema financiero ni se beneficia de él. Pero ahora al menos tiene una noción del daño que provoca.
Ahora sí hablemos de Bitcoin.
1.- Bitcoin es más dinero que el dinero: porque cumple mejor con las características del dinero que las monedas y billetes que tiene en su billetera. Échele una mirada a este video para entender mejor esta idea.
2.- Bitcoin es más seguro que el dinero: porque cada transacción es irreversible y se guarda en un registro público, gracias a la "cadena de bloques". Dejemos este punto en claro: la cadena de bloques (Blockchain) probablemente sea la innovación tecnológica que marque la primera mitad del siglo XXI, aunque hoy sea difícil de rastrear en los diarios. Una blockchain es un "libro contable digital" al cual cualquier computador puede acceder y se actualiza en tiempo real, registrando TODOS los movimientos que se detecten. Esta blockchain es pública y cualquiera puede descargarla y colaborar con la red, lo que hace que por primera vez en la historia el dinero sea "democrático" y no controlado por tres personajes encerrados en una oficina. Y lo mejor es que si quiere echar para atrás un transacción, tendrá que echar para atrás miles de transacciones y miles de computadores alrededor de todo el mundo (créame, es más fácil robarse un banco suizo que falsificar bitcoins). Si quiere darle una vuelta, mire éste video al respecto.
3.- Bitcoin es más simple de acceder que el dinero: en 5 minutos se puede descargar al celular una aplicación que crea una "billetera" (cuenta) y enviar y recibir bitcoins a otras en todo el mundo, sin tener que presentar una sola solicitud ni documento a un ejecutivo de Banco (y, por supuesto, sin tener que entregar datos personales).
Es importante, finalmente, retomar un punto: así como ud. hoy en día no se preocupa mucho de cómo funciona el programa que crea su casilla de correo electrónico, la verdad es que no debiese tampoco fascinarse en los recovecos de cómo funciona el código que genera los bitcoins. Sólo baste decir al respecto que es un código que permite saber exactamente cuántos de ellos se ha producido, cuántos se están produciendo y cuántos se producirán en el futuro, previniendo así la inflación de la moneda virtual. El sistema es seguro, funciona y cada vez más personas alrededor del mundo lo aceptan y lo usan en sus transacciones.
La pregunta que queda, entonces es: ¿será usted de los que seguirán a la masa como los que en 1990 encontraban ridículo al e-mail o se subirá a la ola ahora y tendrá una gran oportunidad en las manos?. No piense tanto si lo hará o no, sino en qué momento lo hará. Quien sabe tal vez ya en 2025 el dinero en billetes sea tan raro para las nuevas generaciones como lo son hoy los matasellos y los buzones de calle.
Si le interesó el tema y quiere educarse un poco más, le dejo los siguientes enlaces:
https://www.queesbitcoin.info/
http://elbitcoin.org/bitcoin-preguntas-frecuentes/
Si quiere obtener una billetera, éstas son algunas de las más populares (no son las únicas):
Blockchain
Coinbase
Xapo
Copay
Mycellium
Si quiere empezar a obtener y operar con sus primeros bitcoins, estas casas de cambio son probadas y confiables:
SurBTC
Orionx
Yaykuy
Chilebit
Localbitcoins
Y si quiere conocer más gente en Chile interesada en el tema, en el grupo de Facebook Bitcoin Chile encontrará noticias y opiniones
¿Te gustó este post?. Déjame un comentario, comparte y aprovecha de darle un click a alguno de los anuncios de publicidad como agradecimiento, o, si usas bitcoin, puedes dejar una propina en esta dirección . No te tomará mucho tiempo y para mí será una gran ayuda. ¡Hasta la próxima nota!
Comencemos.
Imaginemos que es 1990. Aún existe la Unión Soviética, la tele se maneja girando una perilla, usted sólo ha visto computadores en las películas y en los programas de ciencias de la televisión (cuando a la televisión aún le parecía interesante poner programas de ciencias en su programación... aah, qué tiempos aquellos...) y toda su comunicación escrita con el mundo exterior la tiene -obviamente- a través de cartas de papel, que el cartero deja en su buzón gracias al confiable y bien consolidado sistema postal, como ha sido, es y será por siempre y para siempre.
Imagínese ahora que en ese contexto, usted y yo estamos conversando y yo le digo: ¿has escuchado hablar del correo electrónico? Probablemente usted me mirará como si yo estuviese echando humo azul por las orejas y yo le tendré que explicar que el correo electrónico o e-mail es un sistema de correspondencia virtual, donde puedes enviar y recibir correos a cualquier parte del mundo de la misma forma que el correo de papel, con la diferencia de que ya no hay que pagar estampillas ni esperar a que la carta llegue y vuelva físicamente. Ni siquiera hay que ir a dejar la carta a un lugar específico, como el buzón.
En ese punto, vendrá el bombardeo de preguntas:
- ¿y cómo se va a financiar el sistema de correo electrónico si es gratis?
- ¿el proveedor del servicio podrá leer mis mensajes?
- ¿y de qué me va a servir eso si casi nadie tiene acceso a los computadores?
- ¿no es más fácil usar la dirección de la casa que una dirección virtual, ya que todos tenemos una dirección domiciliaria sin necesidad de inscribirnos en ninguna parte?
- ¿cómo sé yo que no se estarán robando mis mensajes y mi información?
Y la previsible respuesta: "gracias, pero no, estoy bien así".
Seamos sinceros: una idea como el correo electrónico en 1990 sonaba como una tontería/locura futurista imposible de practicar, una que sólo podría haber salido de la mente de un ocioso. Imagínense, cuestionar un sistema probado y consolidado como el sistema postal ofreciendo a cambio un sistema de envío gratis de mensajes a cualquier parte del mundo mediante computadoras. Raro, por lo bajo. Definitivamente impracticable.
Y sin embargo hoy, 27 años después, a nadie le interesa saber tu dirección postal para mandarte mensajes, nadie pone en su currículum dónde vive con la esperanza de que le contesten un carta y absolutamente nadie tiene en sus planes de la semana pasar por el correo a dejar unos sobres para invitar a un amigo a un asado a fin de mes. Todo eso ahora está reemplazado por el uso del correo electrónico, una tecnología que en 1990 sonaba increíblemente utópica, pero que hoy es imprescindible.
Antes de seguir, sólo quiero que tengan en cuenta un detalle: hoy en día, las personas aun cuando tienen sólo conocimientos mínimos para operar una cuenta de correo electrónico, ya no se preguntan nada de lo que coloqué antes. Sólo lo usan y ya. Volveré sobre ese punto más adelante.
Bueno, hoy estamos en el 1990 del dinero. Usted trabaja y, a cambio, le dan una cantidad de riqueza, a través del dinero emitido por el Estado en papeles de colores denominados "billetes". Este dinero ud. lo guarda en instituciones llamadas "Bancos", donde cada cliente lo tiene en una cuenta... tras aprobar una serie de requisitos (que no todos cumplen. Hoy Chile tiene uno de los más bajos porcentajes de gente con cuenta en alguna institución financiera). Ahí, estos "bancos" registran todos y cada uno de los movimientos de su dinero, cobrando pequeñas comisiones cada vez que ud. lo hace.
Entonces viene alguien como yo y le pregunta: ¿has escuchado hablar del Bitcoin?. Y nuevamente, probablemente usted me mirará como si estuviese echando humo azul por las orejas y yo le tendré que decir que es un sistema que permite recibir y entregar dinero, pero que se puede enviar "persona-a-persona", sin necesidad de usar bancos e intermediarios, de forma gratuita y a cualquier lugar del planeta (¡las mismas características del correo electrónico, pero ahora aplicadas al dinero!).
Vendrá entonces el bombardeo nuevamente. Pero antes de iniciar, quiero que hablemos un minuto sobre el sistema económico con base en este "dinero generado por el Estado" que conocemos hoy:
Este sistema de riqueza a través de dinero emitido por el Estado (que es el que usamos hoy en día todos nosotros) está MAL. Y está mal porque genera (entre otros) los siguientes problemas:
1.- Este dinero NO TIENE BASE REAL. Tal como lo leyó. Su dinero no tiene realmente ningún valor real. El dinero del Estado es tan pero tan frágil que ni siquiera tiene un respaldo en algún metal como el oro o la plata. Este dinero sólo tiene respaldo en la creencia de la población de que tiene valor. Es simplemente ridículo. Lo único que evita que su dinero no valga nada es que su vecino crea que vale algo, nada más, por eso se le llama dinero fiduciario.
2.- El poder de la deuda: este sistema de dinero estatal necesita deuda para existir. Y la idea es que la deuda la pague usted. ¿Por qué el sistema financiero basado en el dinero estatal necesita que me endeude?. Sencillo, porque en este sistema, cada billete que usted ve por ahí no es más que un certificado de deuda emitido por el Estado, que garantiza (como sólo un grupo de políticos puede garantizar...) a cualquiera que lo posea que respaldará esa cantidad. La deuda, además, genera interés, y el interés es lo que sostiene el andamiaje de la economía. En resumen: el sistema de dinero estatal requiere que usted se endeude, y créame que hará todo lo posible para que eso suceda y para que no pueda salir de ahí nunca más.
3.- El daño a los derechos ciudadanos: con el sistema económico actual, el dinero se administra a través de los Bancos y sus empresas aliadas (las empresas que gestionan cajeros automáticos, empresas de administración de pago con tarjetas, etc.). Eso no está mal. Lo que está MUY MAL es que esas instituciones no sólo crean gigantescas bases de datos con toda esa información, sino que, como no está prohibido, esas bases de datos se compran y se venden a quien quiera (y pueda) pagar por ellas. Y si cree que me estoy volviendo paranoico, échele antes una mirada a este enlace primero. En serio, su derecho a la privacidad hoy vale cero.
En resumen: ud. usa hoy en día un sistema financiero con preocupantes fallas éticas y de seguridad y que no lo ve precisamente como un amigo, sino más bien como el coyote veía al correcaminos. Esto NO es su culpa, usted no diseñó el sistema financiero ni se beneficia de él. Pero ahora al menos tiene una noción del daño que provoca.
Ahora sí hablemos de Bitcoin.
1.- Bitcoin es más dinero que el dinero: porque cumple mejor con las características del dinero que las monedas y billetes que tiene en su billetera. Échele una mirada a este video para entender mejor esta idea.
2.- Bitcoin es más seguro que el dinero: porque cada transacción es irreversible y se guarda en un registro público, gracias a la "cadena de bloques". Dejemos este punto en claro: la cadena de bloques (Blockchain) probablemente sea la innovación tecnológica que marque la primera mitad del siglo XXI, aunque hoy sea difícil de rastrear en los diarios. Una blockchain es un "libro contable digital" al cual cualquier computador puede acceder y se actualiza en tiempo real, registrando TODOS los movimientos que se detecten. Esta blockchain es pública y cualquiera puede descargarla y colaborar con la red, lo que hace que por primera vez en la historia el dinero sea "democrático" y no controlado por tres personajes encerrados en una oficina. Y lo mejor es que si quiere echar para atrás un transacción, tendrá que echar para atrás miles de transacciones y miles de computadores alrededor de todo el mundo (créame, es más fácil robarse un banco suizo que falsificar bitcoins). Si quiere darle una vuelta, mire éste video al respecto.
3.- Bitcoin es más simple de acceder que el dinero: en 5 minutos se puede descargar al celular una aplicación que crea una "billetera" (cuenta) y enviar y recibir bitcoins a otras en todo el mundo, sin tener que presentar una sola solicitud ni documento a un ejecutivo de Banco (y, por supuesto, sin tener que entregar datos personales).
Es importante, finalmente, retomar un punto: así como ud. hoy en día no se preocupa mucho de cómo funciona el programa que crea su casilla de correo electrónico, la verdad es que no debiese tampoco fascinarse en los recovecos de cómo funciona el código que genera los bitcoins. Sólo baste decir al respecto que es un código que permite saber exactamente cuántos de ellos se ha producido, cuántos se están produciendo y cuántos se producirán en el futuro, previniendo así la inflación de la moneda virtual. El sistema es seguro, funciona y cada vez más personas alrededor del mundo lo aceptan y lo usan en sus transacciones.
La pregunta que queda, entonces es: ¿será usted de los que seguirán a la masa como los que en 1990 encontraban ridículo al e-mail o se subirá a la ola ahora y tendrá una gran oportunidad en las manos?. No piense tanto si lo hará o no, sino en qué momento lo hará. Quien sabe tal vez ya en 2025 el dinero en billetes sea tan raro para las nuevas generaciones como lo son hoy los matasellos y los buzones de calle.
Si le interesó el tema y quiere educarse un poco más, le dejo los siguientes enlaces:
https://www.queesbitcoin.info/
http://elbitcoin.org/bitcoin-preguntas-frecuentes/
Si quiere obtener una billetera, éstas son algunas de las más populares (no son las únicas):
Blockchain
Coinbase
Xapo
Copay
Mycellium
Si quiere empezar a obtener y operar con sus primeros bitcoins, estas casas de cambio son probadas y confiables:
SurBTC
Orionx
Yaykuy
Chilebit
Localbitcoins
Y si quiere conocer más gente en Chile interesada en el tema, en el grupo de Facebook Bitcoin Chile encontrará noticias y opiniones
¿Te gustó este post?. Déjame un comentario, comparte y aprovecha de darle un click a alguno de los anuncios de publicidad como agradecimiento, o, si usas bitcoin, puedes dejar una propina en esta dirección . No te tomará mucho tiempo y para mí será una gran ayuda. ¡Hasta la próxima nota!
Comentarios