Bolsas (Poesía en prosa)


Al joven poeta Diego Alfaro Palma.

 Es en las dantescas máquinas de los humanos donde las bolsas inician su génesis, a partir del suspiro candente de los petróleos finamente no-seleccionados. El diccionario define estos petróleos como los últimos vestigios de lo que fueron grandes bosques donde nunca una pareja de enamorados hizo un picnic ni fue a mirar jamás una puesta de sol. Luego, mediante técnicas de torsiones, soplados y polimerizados, el parto de las bolsas es un acontecimiento silencioso y técnico en la noche de las grandes áreas industriales donde serán empaquetadas para iniciar sus aventuras. No tienen las bolsas algo como nuestras leyes, pero todas saben que dormirán hasta el día en que sean usadas, y que mientras duerman, soñarán sueños plácidos, en los que se verán a sí mismas día tras día flotando sobre los nuevos bosques, recordando a los dinosaurios que una vez transitaron por estas tierras, recitando sus poemas al sol antes de tomar sus siestas, de las cuales nunca más despertaron.


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