Terremoto en Chile
He dejado un poco descuidado el blog. Lo sé y lo siento. He estado vaijando y haciendo algo por ayudar a la gente que se ha visto realmente afectada por el terremoto y quiero hacer una denuncia, ya que uds. Saben que no me gusta quedarme callado.
Estuve varios días en el sur, ayudando a una ONG llamada Telecom sin Fronteras, la cual suele apoyar en casos de guerras y desastres mediante la colaboración de equipos de telefonía e Internet satelitales, que se usan en lugares en que no se pueden usar por faltas de redes. Viajamos desde Talca a la costa, Constitución, y desde ahí varios cientos de kilómetros por la costa hasta el límite con la IX región, en Tirúa. La situación era complicada, como corresponde a una zona afectada por un cataclismo como el que nos afectó a todos, pero el principal problema para la entrega de ayuda no es el estado de los caminos (que en todo tiempo fueron transitables), sino la casi nula capacidad de coordinación de las autoridades, y su realmente asombrosa incapacidad de no saber en la realidad sobre la situación.
¿Es posible NO saber –siendo autoridad regional- sobre las zonas en las cuales no hay comunicación para saber dónde mandar ayuda?. En mi humilde opinión, eso es imposible, a mi en lo personal se me caería la cara de vergüenza… pero en fin, lamento decir que existen –hasta hoy- personas así… Y MUCHAS… qu están distribuyendo la ayuda que muchos de uds. Están enviando.
Aprovecho la ocasión para nominar al premio “solidaridad chilena 2010” a los siguientes personajes que me tocó tratar:
Nominado 1: acarreador de bultos de la terminal de buses de Santiago, que –sabiendo que estaba llevando cosas de un equipo de ayuda humanitaria- cobró 3 veces el precio normal por sacar los equipos del bus para llevarlos a las camionetas.
Nominado 2: Militares de Constitución que nos tramitaron 4 horas para firmarnos un salvoconducto para viajar… 10 kilómetros. Gracias a ellos, perdimos valiosas horas de trabajo.
Nominado 3: Tenencia de Carabineros de Cañete, quien ante nuestra solicitud de información de localidades con problemas de comunicación, su respuesta fue –literalmente- encogerse de hombros y pronunciar un gruñido que, traducido al español, se pudo entender como “no sabemos”.
Nominado 4: Autoridades de Lebu que, después de una semana y 3 días, aún no informaban a la gente que arrancó de la ciudad que el mar no volverá a su ubicación original porque la tierra subió de nivel, teniendo a cerca de 2.000 personas acampando en los cerros esperando que el nivel de las olas volviese a su lugar mediante un tsunami.
Nominado 5: Servicio Médico Legal correspondiente a la zona de Cañete-Tirúa: tras el terremoto, un tsunami entró a tierra cerca de 1.500 metros en algunas zonas, arrasando casas, familias y animales. Al no recibir ayuda, las comunidades Lafkenche de la zona se dedicaron a rescatar los cuerpos que arrojaba el mar, sin embargo, ningún tipo de autoridad se acercó a la zona, al punto que dichas comunidades se vieron en la obligación de subir los cuerpos a vehículos y llevarlos hasta 50 km hasta dichas ciudades para que se pudiese tramitar su sepultación.
Nominado 6: asistentes a reuniones diarias de coordinación en Constitución, donde se llegaba a extremos como que el reporte diario de ONEMI consistía en que “se consiguió alojamiento a nuestros funcionarios en la ciudad”. Incluso, la ex ministra Patricia Albornoz se daba el lujo de echar bromas en las reuniones, ocupando parte importante de ellas para sus acotaciones, a cual más estúpida y poco relevante.
Nominado 7: militares en Concepción dirigiendo el tránsito: tacos de 1 hora porque un militar transformaba 3 filas de autos en una: dos km después, otro militar transformando la fila única en 3…. PLOP.
En fin, por cierto, tanta crítica tiene su contraparte, pero esos héroes anónimos que quiero publicar no merecen estar acá, sino ser parte de otro post.
Nos vemos.
Estuve varios días en el sur, ayudando a una ONG llamada Telecom sin Fronteras, la cual suele apoyar en casos de guerras y desastres mediante la colaboración de equipos de telefonía e Internet satelitales, que se usan en lugares en que no se pueden usar por faltas de redes. Viajamos desde Talca a la costa, Constitución, y desde ahí varios cientos de kilómetros por la costa hasta el límite con la IX región, en Tirúa. La situación era complicada, como corresponde a una zona afectada por un cataclismo como el que nos afectó a todos, pero el principal problema para la entrega de ayuda no es el estado de los caminos (que en todo tiempo fueron transitables), sino la casi nula capacidad de coordinación de las autoridades, y su realmente asombrosa incapacidad de no saber en la realidad sobre la situación.
¿Es posible NO saber –siendo autoridad regional- sobre las zonas en las cuales no hay comunicación para saber dónde mandar ayuda?. En mi humilde opinión, eso es imposible, a mi en lo personal se me caería la cara de vergüenza… pero en fin, lamento decir que existen –hasta hoy- personas así… Y MUCHAS… qu están distribuyendo la ayuda que muchos de uds. Están enviando.
Aprovecho la ocasión para nominar al premio “solidaridad chilena 2010” a los siguientes personajes que me tocó tratar:
Nominado 1: acarreador de bultos de la terminal de buses de Santiago, que –sabiendo que estaba llevando cosas de un equipo de ayuda humanitaria- cobró 3 veces el precio normal por sacar los equipos del bus para llevarlos a las camionetas.
Nominado 2: Militares de Constitución que nos tramitaron 4 horas para firmarnos un salvoconducto para viajar… 10 kilómetros. Gracias a ellos, perdimos valiosas horas de trabajo.
Nominado 3: Tenencia de Carabineros de Cañete, quien ante nuestra solicitud de información de localidades con problemas de comunicación, su respuesta fue –literalmente- encogerse de hombros y pronunciar un gruñido que, traducido al español, se pudo entender como “no sabemos”.
Nominado 4: Autoridades de Lebu que, después de una semana y 3 días, aún no informaban a la gente que arrancó de la ciudad que el mar no volverá a su ubicación original porque la tierra subió de nivel, teniendo a cerca de 2.000 personas acampando en los cerros esperando que el nivel de las olas volviese a su lugar mediante un tsunami.
Nominado 5: Servicio Médico Legal correspondiente a la zona de Cañete-Tirúa: tras el terremoto, un tsunami entró a tierra cerca de 1.500 metros en algunas zonas, arrasando casas, familias y animales. Al no recibir ayuda, las comunidades Lafkenche de la zona se dedicaron a rescatar los cuerpos que arrojaba el mar, sin embargo, ningún tipo de autoridad se acercó a la zona, al punto que dichas comunidades se vieron en la obligación de subir los cuerpos a vehículos y llevarlos hasta 50 km hasta dichas ciudades para que se pudiese tramitar su sepultación.
Nominado 6: asistentes a reuniones diarias de coordinación en Constitución, donde se llegaba a extremos como que el reporte diario de ONEMI consistía en que “se consiguió alojamiento a nuestros funcionarios en la ciudad”. Incluso, la ex ministra Patricia Albornoz se daba el lujo de echar bromas en las reuniones, ocupando parte importante de ellas para sus acotaciones, a cual más estúpida y poco relevante.
Nominado 7: militares en Concepción dirigiendo el tránsito: tacos de 1 hora porque un militar transformaba 3 filas de autos en una: dos km después, otro militar transformando la fila única en 3…. PLOP.
En fin, por cierto, tanta crítica tiene su contraparte, pero esos héroes anónimos que quiero publicar no merecen estar acá, sino ser parte de otro post.
Nos vemos.
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