Médicos cubanos operan gratis de cataratas a ejecutor del Che Guevara
LA HABANA.- Médicos cubanos que prestan servicio en Bolivia operaron gratuitamente de cataratas a Mario Terán, el sargento boliviano que asesinó al guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, informó hoy el diario Granma.
"A cuatro décadas de que Mario Terán intentara con su crimen destruir un sueño y una idea, Che vuelve a ganar otro combate. Y continúa en campaña", afirma el órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).
El ex sargento del ejército boliviano fue intervenido quirúrgicamente en un hospital de Santa Cruz donado por Cuba e inaugurado recientemente por el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Terán ultimó a Guevara el 9 de octubre de 1967 en La Higuera, tras ser hecho prisionero herido y desarmado el día anterior, recordó el tabloide, en un artículo con el título de "Che vuelve a ganar otro combate".
"Anciano ya, (Terán) podrá volver a apreciar los colores del cielo y de la selva, disfrutar la sonrisa de sus nietos y presenciar partidos de fútbol. Pero seguramente jamás será capaz de ver la diferencia entre las ideas que lo llevaron a asesinar a un hombre a sangre fría y las de este hombre", opina Granma.
Precisa que "el hijo de este señor se presentó en el periódico 'El Deber' de Santa Cruz, Bolivia, con el ruego de que publicaran una nota de agradecimiento a los médicos cubanos que habían devuelto la vista a su anciano padre" tras operarlo de cataratas.
"Terán, quien cumplía órdenes de los generales René Barrientos y Alfredo Ovando, de la Casa Blanca y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), respectivamente, disparó sin saber que las heridas mortales abrían huecos junto a aquel corazón para que continuara marcando la hora de los hornos", señala el diario.
El ex sargento del ejército boliviano fue intervenido quirúrgicamente en un hospital de Santa Cruz donado por Cuba e inaugurado recientemente por el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Terán ultimó a Guevara el 9 de octubre de 1967 en La Higuera, tras ser hecho prisionero herido y desarmado el día anterior, recordó el tabloide, en un artículo con el título de "Che vuelve a ganar otro combate".
"Anciano ya, (Terán) podrá volver a apreciar los colores del cielo y de la selva, disfrutar la sonrisa de sus nietos y presenciar partidos de fútbol. Pero seguramente jamás será capaz de ver la diferencia entre las ideas que lo llevaron a asesinar a un hombre a sangre fría y las de este hombre", opina Granma.
Precisa que "el hijo de este señor se presentó en el periódico 'El Deber' de Santa Cruz, Bolivia, con el ruego de que publicaran una nota de agradecimiento a los médicos cubanos que habían devuelto la vista a su anciano padre" tras operarlo de cataratas.
"Terán, quien cumplía órdenes de los generales René Barrientos y Alfredo Ovando, de la Casa Blanca y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), respectivamente, disparó sin saber que las heridas mortales abrían huecos junto a aquel corazón para que continuara marcando la hora de los hornos", señala el diario.
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