Hablemos del SIDA un ratito
Fuente: RAQUEL BARBA para elmundo.es Salud
Fecha: 06/08/2007
MADRID.- Según un estudio publicado en la revista 'British Medical Journal', los programas que promueven la abstinencia sexual como único modo de evitar la transmisión del VIH no tienen efecto alguno en los jóvenes de países desarrollados. Los doctores Kristen Underhill, Paul Montgomery y Don Operario, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), han revisado los 13 estudios publicados hasta el momento en los que se valoraba la estrategia de la abstinencia. En total incluyeron a 15.940 jóvenes que habían asistido a programas en los que se recomendaba no tener relaciones sexuales antes del matrimonio por el peligro de transmisión de VIH y de embarazo no deseado, con un número similar de jóvenes que no habían asistido a un programa de ese tipo.
El número de sesiones a las que acudían los participantes fue muy variado en función de los estudios, oscilando entre una y 720 sesiones, con una media de ocho. Al final de los programas no se hacía la prueba del VIH a los jóvenes, para ver si había habido contagio, sino que se les pasaba un cuestionario en el que debían comentar la frecuencia de relaciones sexuales que tenían, si habían sido diagnosticados de enfermedades de transmisión sexual o había habido algún embarazo no deseado.
Uno de los estudios llegó a la conclusión de que los programas podrían ser 'contraproducentes' a corto y largo plazo, si se comparaban con no hacer nada, en cuanto al número de individuos que adquirían enfermedades de transmisión sexual. Además, mostró que la frecuencia de relaciones sexuales era superior en los participantes del grupo de abstinencia. No obstante, otro trabajo demostró un efecto beneficioso de los programas.
Sin embargo, el conjunto de los trabajos demuestra que dichos programas no tienen 'efecto' alguno en los jóvenes y no hace que la frecuencia de relaciones sexuales o el número de enfermedades de transmisión sexual aumente o disminuya comparado con los que no van a los programas.
"El gasto anual de los proyectos de abstinencia es muy alto en países como EEUU. Sin embargo, su eficacia no ha sido demostrada, por lo cual se debe replantear la cuestión valorando bien otro tipo de mensaje u otra forma de transmitirlo con el fin de que el dinero gastado sea realmente eficaz para evitar la transmisión en estos colectivos, comentan los autores.
Abstinencia exclusiva
Más de 38,5 millones de personas están infectadas por el virus en el mundo y cada día mueren 7.600 personas de sida o enfermedades relacionadas. Estos datos revelan que las campañas para intentar concienciar del problema y que insten a la gente a tener comportamientos seguros siguen siendo esenciales, sobre todo en grupos vulnerables.
La estrategia de la 'abstinencia' sexual para prevenir nuevos contagios ha sido apoyada por distintos colectivos, que destacan sobre todo el peligro de tener relaciones fuera del matrimonio. Generalmente estas campañas en los países desarrollados, principalmente en Estados Unidos, se han destinado a adolescentes, tanto en los colegios y universidades, como en centros sociales o religiosos.
Los llamados 'programas de abstinencia exclusivos' se diferencian de los que asocian la abstinencia a otras medidas, como el sexo seguro con el uso del condón. En los primeros se educa a los jóvenes insistiéndoles en que la única forma de evitar el contagio es no mantener relaciones sexuales, mientras que en los segundos se explican ambos métodos como posibles y eficaces. Además, a diferencia de los programas para prevenir el embarazo, se insiste en que se deben evitar todo tipo de relaciones sexuales, orales, vaginales y anales, mientras que los dedicados a hablar de la contracepción sólo se refieren al peligro del sexo vaginal.
MADRID.- Según un estudio publicado en la revista 'British Medical Journal', los programas que promueven la abstinencia sexual como único modo de evitar la transmisión del VIH no tienen efecto alguno en los jóvenes de países desarrollados. Los doctores Kristen Underhill, Paul Montgomery y Don Operario, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), han revisado los 13 estudios publicados hasta el momento en los que se valoraba la estrategia de la abstinencia. En total incluyeron a 15.940 jóvenes que habían asistido a programas en los que se recomendaba no tener relaciones sexuales antes del matrimonio por el peligro de transmisión de VIH y de embarazo no deseado, con un número similar de jóvenes que no habían asistido a un programa de ese tipo.
El número de sesiones a las que acudían los participantes fue muy variado en función de los estudios, oscilando entre una y 720 sesiones, con una media de ocho. Al final de los programas no se hacía la prueba del VIH a los jóvenes, para ver si había habido contagio, sino que se les pasaba un cuestionario en el que debían comentar la frecuencia de relaciones sexuales que tenían, si habían sido diagnosticados de enfermedades de transmisión sexual o había habido algún embarazo no deseado.
Uno de los estudios llegó a la conclusión de que los programas podrían ser 'contraproducentes' a corto y largo plazo, si se comparaban con no hacer nada, en cuanto al número de individuos que adquirían enfermedades de transmisión sexual. Además, mostró que la frecuencia de relaciones sexuales era superior en los participantes del grupo de abstinencia. No obstante, otro trabajo demostró un efecto beneficioso de los programas.
Sin embargo, el conjunto de los trabajos demuestra que dichos programas no tienen 'efecto' alguno en los jóvenes y no hace que la frecuencia de relaciones sexuales o el número de enfermedades de transmisión sexual aumente o disminuya comparado con los que no van a los programas.
"El gasto anual de los proyectos de abstinencia es muy alto en países como EEUU. Sin embargo, su eficacia no ha sido demostrada, por lo cual se debe replantear la cuestión valorando bien otro tipo de mensaje u otra forma de transmitirlo con el fin de que el dinero gastado sea realmente eficaz para evitar la transmisión en estos colectivos, comentan los autores.
Abstinencia exclusiva
Más de 38,5 millones de personas están infectadas por el virus en el mundo y cada día mueren 7.600 personas de sida o enfermedades relacionadas. Estos datos revelan que las campañas para intentar concienciar del problema y que insten a la gente a tener comportamientos seguros siguen siendo esenciales, sobre todo en grupos vulnerables.
La estrategia de la 'abstinencia' sexual para prevenir nuevos contagios ha sido apoyada por distintos colectivos, que destacan sobre todo el peligro de tener relaciones fuera del matrimonio. Generalmente estas campañas en los países desarrollados, principalmente en Estados Unidos, se han destinado a adolescentes, tanto en los colegios y universidades, como en centros sociales o religiosos.
Los llamados 'programas de abstinencia exclusivos' se diferencian de los que asocian la abstinencia a otras medidas, como el sexo seguro con el uso del condón. En los primeros se educa a los jóvenes insistiéndoles en que la única forma de evitar el contagio es no mantener relaciones sexuales, mientras que en los segundos se explican ambos métodos como posibles y eficaces. Además, a diferencia de los programas para prevenir el embarazo, se insiste en que se deben evitar todo tipo de relaciones sexuales, orales, vaginales y anales, mientras que los dedicados a hablar de la contracepción sólo se refieren al peligro del sexo vaginal.
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