Castígueme, Sr. Policía...

Este artículo habla sobre algo que nos debería dar vergüenza: la discriminación que sufren las personas por su orientación sexual.

¿importa lo que hagas en tu cama más que lo que hagas por tus semejantes?.

Este post está dedicado a todas esas personas que hoy en Chile deben esconder lo que son para poder vivir libres de prejuicios y obstáculos.


Discriminación y homofobia en las FFAA.

Los cabos Víctor Rivas y Armando Salgado salieron del clóset y dejaron la puerta abierta. El tabú de que en las Fuerzas Armadas no existen gays se vino abajo. Las denuncias por exclusión sexual estallaron y la sociedad chilena entró por fin al debate.

Víctor Rivas esperó una hora antes de entrar a la oficina del mayor Rodrigo Muñoz Trejo. Había respondido a su llamado con urgencia. Incluso se desvió de su destino original La Feria con Lo Ovalle donde pasaría a recoger la ropa que siempre mandaba a lavar.Cuando abrió la puerta vio tres carpetas sobre el escritorio de su superior, cada una con la foto de un carabinero: la suya, la de Salgado y la de Vásquez.

¿Qué relación tienes con ellos? preguntó Muñoz.

Ninguna. Vásquez me acosaba en el curso. Luego nos destinaron a la misma tenencia, por eso pedí cambio de pieza. Hace como tres meses que no hablo con él respondió tembloroso el cabo Rivas. El mayor Muñoz repitió la pregunta, pero esta vez indagó en su relación con Salgado. Rivas negó todo. La respuesta de Muñoz a las negativas fue dura: "Ya sabís ya, poh, firma tu baja voluntaria, si no te vai a ir por la puerta chica. Te va a ir mal en la vida civil, le vamos a contar a tu familia. La Dipolcar [Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros] los investigó, tenemos pruebas, no me hagas abrir las carpetas".

Rivas entendió el ataque y dio un paso atrás. Su superior le quitó la placa, su tica y Víctor partió a la 40ª Comisaría de Fuerzas Especiales a hablar con Armando Salgado (20), su pareja, para advertirle que correría la misma suerte.No pasó mucho tiempo antes que la misma escena se repitiera, pero esta vez con el joven de Fuerzas Especiales. "Me quitaron todo: mi uniforme, mi tica, mi placa. Me estaban echando como si fuera un delincuente", recuerda el joven.Ese día, lunes 28 de mayo, les quedó marcado con fuego. "Estamos cansados", confiesan Víctor y Armando. Llevan noches sin pegar ojo y se apoyan sobre una mesa antes de contestar preguntas y seguir con el relato. A Salgado se le ha comenzado a caer el pelo y se esfuerza por tapar los pelones en su cabeza.

Carta a la Presidenta

Hasta el 25 de agosto, ninguno de los cabos dados de baja se atrevió a abrir la boca. Recién ese día Víctor Rivas decidió terminar con su silencio. Llegó temprano al polideportivo de Lo Espejo, en la población Santa Adriana. Estaba repleto de gente. Tenía enfrente a la Presidenta Michelle Bachelet que comenzaba un discurso sobre el Programa Quiero Mi Barrio, la Agenda Pro Equidad y el alza del pan. De pronto, vestido con jeans y un chaleco verde, Víctor interrumpió a la Mandataria con una carta. Con grandes letras le pedía una audiencia para conversar sobre la injusta situación que estaba viviendo y le solicitaba su ayuda porque se le habían cerrado todas las puertas. "Fui discriminado por el personal de esa dotación [11ª Comisaría de Lo Espejo] para posteriormente ser obligado a firmar la baja voluntaria de parte del mayor de Carabineros señor Rodrigo Muñoz Trejo. Todo esto sobre la base de comentarios acerca de mi condición sexual", leía la Presidenta frente a la mirada atenta de Rivas. Bachelet levantó los ojos y abrazó al joven cariñosamente. Fue la única y última vez que Rivas pudo acercarse a ella. También el inicio de su cruzada pública contra la discriminación sexual en Carabineros.

"No se aceptan maricones"

A pesar de los claros testimonios, el general director de Carabineros, José Bernales, negó que haya discriminación en la institución. Aclaró que Rivas y Salgado no debieron firmar sus bajas como voluntarias y aseguró que nunca antes se había dado un caso como éste.Pero la denuncia de la pareja destapó la olla. Al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), le han llovido correos electrónicos de carabineros felicitándolos y dando su apoyo, e incluso han recibido nuevas denuncias. "Este no es el primer caso de funcionarios de las Fuerzas Armadas o la policía que ven vulnerados sus derechos en función de su orientación sexual. Han llegado más al Movilh", explica Rolando Jiménez, presidente del organismo.Manuel Rojas (28) vivió la misma experiencia a principios de 2005. A los 17 años entró a Carabineros, pero toda su carrera se terminó cuando el alto mando descubrió que era homosexual y mantenía una relación con un gendarme. De la misma forma que a Rivas y Salgado, lo obligaron a firmar su baja y le dijeron que "no iban a aceptar maricones en la institución". Su pareja también fue dado de baja de Gendarmería. "Nosotros fuimos acosados. Nos siguieron mucho, nos fotografiaron y hasta intervinieron nuestros teléfonos", reclama. Y continúa con sus acusaciones: "Bernales dice que la institución no discrimina, ¿pero qué hace la Dipolcar? Investigar la vida privada de los carabineros".Así también queda claro en la declaración del funcionario del aparato de Inteligencia de Carabineros Jorge Valencia. En el marco del asesinato del basquetbolista Mauricio Ortega pareja del ex carabinero Víctor Pérez , Valencia declaró que fue designado para investigar la conducta personal de Pérez por su supuesta homosexualidad. Luego fue expulsado por esa misma razón (ver documento).La FACH y el Ejército tampoco están libres de polvo y paja. "Tenemos el caso de un joven que cumplió todos los requisitos para entrar a la Escuela de Aviación y cuando estaba dentro lo amenazaron y presionaron de tal manera que terminó renunciando", explica Rolando Jiménez. El joven nunca hizo público su caso porque su padre también era parte de la FACH y no lo quería perjudicar.

En septiembre, el Movilh recibió la denuncia de un cabo del Ejército espiado y que más tarde fue dado de baja por razones de salud. "Le dijeron que su orientación sexual era una enfermedad. Lo tuvieron encerrado tres días torturándolo sicológicamente", cuenta Jiménez.

El abogado Alfredo Morgado, que tomó el caso de Rivas y Salgado, cree que detrás de esto hay una política permanente de las Fuerzas Armadas y de Orden: "Ellos tuvieron la valentía de denunciar, pero debajo hay una cifra negra que no es revelada", aclara.Emma de Ramón, pareja de la jueza Karen Atala y activista lesbiana, asegura que tiene muchos amigos uniformados que han sido expulsados: "En las Fuerzas Armadas la situación es terrible. ¡Es una sociedad que te obliga a vivir en un doble estándar! Una cosa es lo que tú eres, pero tienes que reprimir la parte emocional y la orientación sexual para disimular"

Miedo a las represalias

Armando Salgado y Víctor Rivas, desde niños quisieron vestir el uniforme de Carabineros, pero sólo duraron un año y medio en la institución. Sus sueños verdes se destruyeron. Aleonados por una amiga decidieron hablar con abogados, le entregaron una carta a la Presidenta de la República e intentaron infructuosamente conversar con el general director de Carabineros.Por instrucciones de La Moneda, las autoridades de Defensa iniciaron una ofensiva hacia la policía y lograron alinearla bajo el mismo discurso de no discriminación que impulsa Bachelet. Conscientes de que para las FFAA abrirse al tema de las minorías sexuales no era fácil, el Gobierno debió realizar un fuerte lobby que permitió, en parte, descomprimir la polémica, al punto que el mismo Bernales aseguró el jueves que Carabineros no discrimina. Incluso, el ministro de Defensa, José Goñi (ver entrevista), anunció que se llevará a cabo una investigación en torno a la salida de la pareja de cabos. Una alta autoridad de Gobierno advierte que esta actitud no hubiese sido posible en los 90; si no, basta recordar las controvertidas palabras de Pinochet cuando se refirió al Ejército alemán como "melenudos, marihuaneros, drogadictos y homosexuales".El jueves en la mañana los jóvenes, acompañados de Rolando Jiménez, se reunieron con la subsecretaria de Carabineros, Javiera Blanco (nuera de Carmen Frei), que ha tenido una actitud distinta a la de Bernales."Mi subsecretaria dijo que estaba dispuesta a ayudarnos y que se reunirá con la Presidenta para ver el caso", explica Víctor. Pidieron su reincorporación con garantías de que no serían hostigados ni discriminados nuevamente, una indemnización y ayuda para una reparación sicológica. Además, Víctor solicitó una beca para estudiar en la universidad. La próxima semana recibirán una respuesta que los ayude a determinar si presentan acciones legales.Pese a que solicitaron la reintegración, los ex cabos ya no tienen intenciones reales de volver a ser carabineros. "Antes quería reintegrarme, pero no volveré por las represalias", asegura Armando. Víctor asiente.Además de sus gestiones con Carabineros y el Gobierno, el miércoles a las cuatro de la tarde se reunirán con la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados. El diputado PS y miembro de dicha comisión Sergio Aguiló cree que la situación es clara. "Todo parece indicar que fueron perseguidos y marginados por su orientación sexual, y eso está prohibido por nuestra legislación y convenios internacionales", explica. La diputada RN Karla Rubilar agrega: "No hemos tenido antecedentes de problemas de mérito o disciplina. El general director de Carabineros ha dicho que la institución no discrimina. Si es así, tiene que demostrar que hubo razones de peso para haberlos expulsado".

Mientras los jóvenes esperan respuesta, Chile empieza a enfrentar una de sus grandes paradojas: la de un país que postula a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, pero que aún atropella a las minorías sexuales y da muestras de homofobia en sus instituciones uniformadas.El debate recién comienza.

Fuente: Por Beatriz Michell / La Nación Domingo

Fecha: Domingo 14 de octubre de 2007

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