Manifiesto I: El Derecho a Rebelión

La libertad es como la mañana. Hay quienes esperan dormidos a que llegue, pero hay quienes desvelan y caminan la noche para alcanzarla.

Subcomandante insurgente Marcos

Estamos a principios del siglo XXI, la era de las comunicaciones, de la información y de nuestro despertar… sin embargo, la más hermosa de las herramientas de construcción –el trabajo del Ser Humano- ha sido conquistada para el uso de unos pocos, que usan su poder y su miedo para controlar los destinos y las vidas de millones. Se ha determinado qué debemos ver, qué debemos escuchar, de qué podemos conversar, qué debemos leer y hasta de qué forma vestirnos. Nuestro hablar, nuestro entender y nuestra energía están en sus manos. Nuestra Libertad se ha transformado en una pequeña muestra de lo que debiese ser.

Somos cómplices de nuestro propio atropello, al observar en silencio nuestro maltrato. Nuestra dignidad como personas y nuestro derecho ha sido reprimido para tener un orden basado en el silencio y no en la cooperación. la paz actualmente consiste en callar y obedecer ciegamente, debiendo contentarnos apenas con las migajas que caen de las mesas de los dueños del ser Humano, de los cuales debemos vernos "agradecidos" por su infinita generosidad. Hoy nuestra paz es una paz de cementerio, y no una paz de Libertad.

Nos han enseñado que dar a conocer esta realidad es una señal de locura, radicalización o intolerancia. Ha sido tan fuerte la enseñanza de que debemos lealtad a un sistema desleal para quienes lo mantenemos, que ya para miles se trata de una verdad incuestionable. Hablar hoy de la autodeterminación de los pueblos, del legítimo derecho a Rebelión y de la desobediencia civil es equivalente a ser un hereje o un peligro para las personas.

Pero ya es tiempo de revisar estos fundamentos y su validez, porque ya es hora de poner fin al abandono de la dignidad en que estamos viviendo.

El derecho legítimo de Rebelión es un patrimonio único de las naciones del mundo. Es el aprender a decir BASTA a situaciones jurídica y políticamente correctas, pero injustas, opresivas o carentes de un objetivo que beneficie a la sociedad. Es el callar los gritos que ordenan hacer lo que no es bueno ni ético, aún cuando esas bocas han usado el poder sin romper sus normas.

No es necesario tomar el poder del Estado para llegar a esto. Derrocar al Estado no soluciona el problema de fondo, porque lo que sea que se construya en su lugar, partirá de la base de una superestructura que amarra y jerarquiza al Ser Humano. Nuestra Libertad existe donde podamos ejercerla en plenitud, como personas dotadas de razón y responsabilidad.

Este llamado es a decir BASTA. Este llamado es para que todos quienes puedan leer o escuchar este Manifiesto entiendan que tenemos un límite, y ese límite es nuestra dignidad, nuestra conciencia de ser entes nacidos para crecer, desarrollarse y realizarse en plenitud, sin opresiones, sin sufrimientos, sin explotaciones, sin ataques a los derechos que nos asisten por nuestra propia naturaleza: pan, techo, abrigo, educación, espiritualidad, autodeterminación, respeto, trabajo y muchos otros.

Este llamado es para decir que quienes gobiernan han dicho buscar durante casi 200 años estas necesidades, pero nosotros, los que no ocupamos escoltas ni privilegios, hemos visto morir a nuestros padres y sin duda moriremos nosotros mismos esperando que esas promesas se hagan realidad algún día, sin que ello ocurra.

Es la hora, es el momento de no esperar más y salir a buscar nosotros mismos lo que nos pertenece… porque lo merecemos, porque lo necesitamos, porque ya no hay por qué vivir en un sistema como el que tenemos, donde el atropello, el abuso, la desinformación y la desesperanza se han apoderado de nuestros corazones y nuestras mentes al punto de adormecernos. Esta es la hora para la organización, la lucha en tantos frentes como sea posible y el encuentro con nuestro verdadero destino de independencia y autonomía. Esta es buena hora para ejercer nuestro verdadero destino como seres Libres.

dado en Santiago de Chile, a 21 de Septiembre de 2007