quejas varias y un dato BUENISIMO
Mientras la sociedad se corrompe, nosotros jugamos al intelectual de cuarta dentro de estos blogs... ¿qué tal?
Buscamos respuestas en libros que no sabíamos que eran interesantes, hasta que se nos dijo que lo eran, y exploramos rincones que nos recomendaron, porque fuimos incapaces de buscarlos por nosotros mismos, sin un fundamento que nos apoye... esto NO es búsqueda de conocimientos, sino una farsa destinada a creer que lo hacemos bien, que demostramos con creces que Dios hizo un buen negocio dándonos estos cerebros...
Todo mal, compañeros... cada vez nos cuesta más ser originales en las búsquedas de nuestro ápeiron.
Para no desteñir, he traído para ustedes una referencia original para añadir al debate que se ha dado últimamente respecto de las tasas de delincuencia y, sobre todo, del uso de la justicia por manos propias. Se trata de una historia especial de mi héroes Nº 2 (después del Chapulín Colorado): Batman. La historia es "Batman: el regreso del Caballero Nocturno", compuesta de 2 tomos y 4 capítulos en total, que hacen a partir de una historia de ficción un crudo análisis de nuestra civilización y sus métodos para tratar el tema de la defensa del ser humano en sociedad.
Llegado el año1986 el consejo directivo de DC Cómics presta oídos a las quejas de miles de fanáticos que veían capotar, indefectiblemente y poco a poco, al héroe que tantas fantasías había motivado. Preocupados contratan a Frank Miller, un consagrado autor de historietas y padre de la aclamada serie Sin City. Miller era un maestro de la narración ilustrada, y su línea argumental, que recuerda, inevitablemente, a la novela negra policial, daba esperanzas de entregar a Batman, otra vez, el manto oscuro y el tono detectivesco y gangsteril de sus primeros años de esplendor.
Es así como se gesta el proyecto que marcó de manera definitiva un antes y un después en la vida del enmascarado.
En El Regreso del Caballero Oscuro asistimos a un literal “renacer” del mito del murciélago. Ciudad Gótica, una vez más, vuelve a ser la depravada y retorcida urbe responsable de la muerte de los padres de Bruce Wayne. Ambientada en un futuro próximo el señor oscuro celebra diez años desde su retiro del mundo del combate en contra del crimen, el cual fue motivado por una definitiva campaña del gobierno de los Estados Unidos, amenazado por las motivaciones personales de los superhéroes americanos. Las calles de Ciudad Gótica una vez más caen en la vorágine del crimen y pandillas de mutantes asolan el paisaje a través de una noche que se extiende sempiterna. El comisionado Gordon se prepara para dejar su puesto. La cueva es solo una sombra bajo el suelo de la mansión. Batman es solo un mito.
Pero la penumbra del alma del murciélago aún reside dentro de Wayne; el relámpago se refleja en sus ojos mostrando una vez más el nocturno camino. Tensa una vez más sus músculos. Rompe, una vez más, con el mundo banal. Se afeita el bigote, única seña aparente de su renuncia a la máscara.
Mas las cosas son ahora diferentes. Tomando como modelo la sociedad liberal de mercado americana, Miller inserta al encapotado en un mundo que le es ajeno; un mundo que no respeta los mitos que le fundaron, enceguecido por el embate de poder que fluye por las venas de una sociedad abyecta. Las bandas que corren por las calles de Gótica han transformado a la urbe en el Séptimo Infierno de Norteamérica. La cruzada del murciélago es ahora diferente, el miedo y el terror están ahora en otras manos; las armas del poder y la justicia, así mismo, dejaron las manos del juicioso Gordon. La búsqueda es ahora de la propia identidad. La historia es la historia del personaje mismo; lo que le determinaba le es ahora extraño, y volver a combatir es el eterno retorno que se expresa a través del personaje. Es así como Bruce Wayne se da cuenta que es la ciudad la que le dio la vida; y como tal deben salvarse el uno al otro.
El punto más magistralmente tratado por Miller en la obra es otro reflejo de la sociedad norteamericana de nuestros tiempos; la influencia de los medios. Los ciudadanos Góticos son traídos a la conciencia por rayos catódicos, la televisión pinta los claros y los oscuros dentro del hombre y la manera en que sentires tan importantes como la alegría, el terror o la angustia llegan a las mentes de los hombres es a través del aire en una onda de radio. El revés y el derecho por el que podemos optar a diario es, en la obra, la opinión de los expertos en los programas de gran sintonía. Especial mención podemos darle a las campañas terroristas del Joker, las cuales, adelantándose quince años en el tiempo, fueron planeadas de forma de ser transmitidas en directo a los aterrados televidentes de Ciudad Gótica.
El clímax de la obra llega junto con la llegada de un nuevo amigo y un antiguo conocido; el antiguo y afeminado Robin es ahora una niña que es la luz entre la oscuridad de la nueva cruzada. Ella será el cable a tierra y la fe en el futuro de Wayne; es ella la semilla de un nuevo comienzo por el cual pelear. Así como Robin llega, una vez más, a ayudar al señor oscuro otro ser emergerá de las sombras de la historia. Es Superman. Miller toma al Hombre de Acero como una manifestación todopoderosa del poder político. Como un boy scout Superman aún es el perro de faldas del gobierno y le es ordenado detener a Batman cueste lo que cueste. Esta última confrontación será la pintura de la batalla de un hombre con espíritu de gigante con un gigante con alma de hombre; el murciélago reflotará de los abismos de la memoria, demostrando lo que la voluntad del hombre, de este pequeño y temeroso hombre, es capaz cuando se atreve a hacer lo que es correcto.
Es así como se gesta el proyecto que marcó de manera definitiva un antes y un después en la vida del enmascarado.
En El Regreso del Caballero Oscuro asistimos a un literal “renacer” del mito del murciélago. Ciudad Gótica, una vez más, vuelve a ser la depravada y retorcida urbe responsable de la muerte de los padres de Bruce Wayne. Ambientada en un futuro próximo el señor oscuro celebra diez años desde su retiro del mundo del combate en contra del crimen, el cual fue motivado por una definitiva campaña del gobierno de los Estados Unidos, amenazado por las motivaciones personales de los superhéroes americanos. Las calles de Ciudad Gótica una vez más caen en la vorágine del crimen y pandillas de mutantes asolan el paisaje a través de una noche que se extiende sempiterna. El comisionado Gordon se prepara para dejar su puesto. La cueva es solo una sombra bajo el suelo de la mansión. Batman es solo un mito.
Pero la penumbra del alma del murciélago aún reside dentro de Wayne; el relámpago se refleja en sus ojos mostrando una vez más el nocturno camino. Tensa una vez más sus músculos. Rompe, una vez más, con el mundo banal. Se afeita el bigote, única seña aparente de su renuncia a la máscara.
Mas las cosas son ahora diferentes. Tomando como modelo la sociedad liberal de mercado americana, Miller inserta al encapotado en un mundo que le es ajeno; un mundo que no respeta los mitos que le fundaron, enceguecido por el embate de poder que fluye por las venas de una sociedad abyecta. Las bandas que corren por las calles de Gótica han transformado a la urbe en el Séptimo Infierno de Norteamérica. La cruzada del murciélago es ahora diferente, el miedo y el terror están ahora en otras manos; las armas del poder y la justicia, así mismo, dejaron las manos del juicioso Gordon. La búsqueda es ahora de la propia identidad. La historia es la historia del personaje mismo; lo que le determinaba le es ahora extraño, y volver a combatir es el eterno retorno que se expresa a través del personaje. Es así como Bruce Wayne se da cuenta que es la ciudad la que le dio la vida; y como tal deben salvarse el uno al otro.
El punto más magistralmente tratado por Miller en la obra es otro reflejo de la sociedad norteamericana de nuestros tiempos; la influencia de los medios. Los ciudadanos Góticos son traídos a la conciencia por rayos catódicos, la televisión pinta los claros y los oscuros dentro del hombre y la manera en que sentires tan importantes como la alegría, el terror o la angustia llegan a las mentes de los hombres es a través del aire en una onda de radio. El revés y el derecho por el que podemos optar a diario es, en la obra, la opinión de los expertos en los programas de gran sintonía. Especial mención podemos darle a las campañas terroristas del Joker, las cuales, adelantándose quince años en el tiempo, fueron planeadas de forma de ser transmitidas en directo a los aterrados televidentes de Ciudad Gótica.
El clímax de la obra llega junto con la llegada de un nuevo amigo y un antiguo conocido; el antiguo y afeminado Robin es ahora una niña que es la luz entre la oscuridad de la nueva cruzada. Ella será el cable a tierra y la fe en el futuro de Wayne; es ella la semilla de un nuevo comienzo por el cual pelear. Así como Robin llega, una vez más, a ayudar al señor oscuro otro ser emergerá de las sombras de la historia. Es Superman. Miller toma al Hombre de Acero como una manifestación todopoderosa del poder político. Como un boy scout Superman aún es el perro de faldas del gobierno y le es ordenado detener a Batman cueste lo que cueste. Esta última confrontación será la pintura de la batalla de un hombre con espíritu de gigante con un gigante con alma de hombre; el murciélago reflotará de los abismos de la memoria, demostrando lo que la voluntad del hombre, de este pequeño y temeroso hombre, es capaz cuando se atreve a hacer lo que es correcto.
Cualquier consulta y si quieren ver esta obra maestra, contáctense conmigo
Referencias copiadas de http://www.literanauta.uchile.cl/batman.htm
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