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Mostrando las entradas de septiembre, 2005

Un poema

Me salí de la dieta... mi doctor me recomendó dejar de escribir por un tiempo. Pero me salí de la dieta. Acabo de terminar mi segundo cortometraje (en guión): " El Abominable Abominable ", que va para trilogía. De lo otro, aquí va algo que escribí en una ramada, en un rincón, mientras nadie quería ir a bailar a la pista: Fiestas Patrias Todos muévanse! muevan sus piernas, sean largas o cortas muevan sus ideales y sus pensamientos, sus estómagos llenos de alcohol. Ese trauma emocional esa borrachera potencial Esa isla de Guiligan del yo interno ese amanecer emborrachado, esa maldita piscola que no tomarán "nunca más" Muevan, de una puta vez sus malditos esqueletos. (18 de Septiembre de 2005)

Epitafio

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Señoras y señores (y no olvidemos a las señoritas): sin querer hacerlo efectivo tan pronto, me he decidido a lanzar públicamente mi propio epitafio. Pido encarecidamente que sea puesta en mi tumba, altar, santuario o lo que sea. De todas maneras, si se me ocurre otro mejor, éste queda a disposición del que quiera... (aunque dudo que reclamen si después no les gusta) Epitafio Maldición, caminante... me da lo mismo si te ríes o haces ruido porque no estoy muerto, ni dormido Ni fui ni vuelvo, tampoco me quedo aquí mucho rato... Qué muerto más carajo soy!

Reseña histórica: poesías, vino añejo y varios...

Ayer fui a un café literario en la U. Adolfo Ibáñez, invitado por uno de mis mejores amigos, el señor Francisco Valdebenito. Con sorpresa supe, al comenzar el evento, que se me había tendido una emboscada, ya que estaba incluido en el prorama como lector de poesía. Horrores!... Dio la suerte de que en ese momento andaba estudiando con un cuaderno en el cual tenía unos poemas sueltos, los cuales tuve que leer para salvar el momento. Extrañamente ,y contrario a lo que esperaba, mi acogida fue calurosa, debido a las temáticas -que estaban fuera de lo que se había declamado hasta el momento- y el tono de voz usado (apartado con los estereotipos de lectura poética, que son tan monótonos y que ya no calientan a nadie que escuche poesía por diversión). Finalmente, resulté ser un éxito en pequeña escala. Gracias por la acogida y por reír de lo risible, y no solo de lo bonito. El resto es historia digna de escuchar junto a unas cervezas: con otro de mis mejores amigos y unos compadres nos termi